Bienvenidos de nuevo al blog Recetas para Disfrutar. La receta que vamos a hacer hoy es una receta de calamares en salsa americana.
Para esta receta sólo has de comprar calamares frescos y para el resto de los ingredientes, son ingredientes de kilómetro cero o que normalmente tienes en casa, salvo el coñac, si no habitúas a beber, aunque siempre es indispensable para guisos y postres, tenerlo a mano.
Si viste nuestra anterior receta de rollitos de camarones esta te va a encantar.
Ingredientes para la receta de calamares en salsa americana
- 1,5 Kg Calamares (de anillas pequeñas, si puedes)
- 400 g Tomate rallado
- 400 g Salsa de Tomate
- 150 ml Coñac
- 150 ml Vino blanco
- 70 ml. Aceite de Oliva Virgen Extra
- 3 Cebollas
- 5 Dientes de Ajo
- 1 Hoja de Laurel
- Pimienta blanca molida
- Sal
- Pimienta cayena o guindilla (opcional, yo no se le he puesto).
Acerca del aceite de oliva virgen extra
Aceite de Oliva y AOVE
El aceite que entonces molían las almazaras era aceite de oliva virgen extra.
En la actualidad lo siguen haciendo, sin embargo hasta no hace mucho e incluso en los supermercados, aparte de los aceites llamados vegetales (será la denominación porque no crecen del árbol sino de la tierra) como son el de aceite de girasol, tienes la opción de comprar aceite de oliva añadiendo virgen y extra.
Es decir 3 variedades en función de su acidez.
¿Aceite picoso al paladar?
Comentándolo con personas, de entrada rechazaban la versión virgen extra porque lo notaban al paladar, muy picoso.
Esto es tan solo al principio, cuando te acostumbras apenas lo notas.
Sobre las distintas variedades del aceite de oliva hay uno en particular con sabor picoso original y más cuando se elabora de forma artesanal como es el caso del aceite de oliva del Valle de Lecrín que a parte del mismo, dispone de grandes extensiones de naranjos.
No hago promoción por ninguno en particular, pero sí os recomiendo que os paséis al extra.
Cómo hacer la receta de calamares en salsa americana
En primer lugar, iniciamos la receta en una olla o sartén, vertemos aceite de oliva virgen extra.
Si tienes aceite de oliva, o aceite de oliva virgen es aceptable, no te va a salir igual de sabor, es cuestión de acostumbrarse.
Preparando el sofrito
Después de verter el aceite de oliva, añado las tres cebollas que las tengo ralladas, también sal, para que sude la cebolla, voy a agregar ajo. Damos vueltas para que la cebolla se quede muy pochada, casi transparente.
Después incorporo el tomate rallado y mezclamos todo muy bien, añado la hoja de laurel (que entre otras cosas da sabor y elimina parcialmente las eventuales flatulencias).
A continuación añado pimienta molida blanca (al gusto).
Si deseas que los calamares piquen le puedes poner una cucharadita de pimienta cayena.
Incorporando el coñac y el vino blanco
Seguidamente añado a todo lo que llevo cocinando, coñac y vino blanco y dejo unos minutos para que evapore el alcohol que contienen, manteniendo su aroma.
Añadir los calamares
Una vez que ha evaporado el alcohol (de 5 a 10 minutos, con cuidado de que no reduzca demasiado), es el momento de echar al sofrito, los calamares que están troceados y limpios.
Mareamos los calamares dando vueltas con el resto de ingredientes.
Agregar la salsa de tomate a los calamares en salsa americana
A continuación añadimos la salsa de tomate frito.
Bajo el fuego de la hornilla vitrocerámica, con una tapadera de cristal, tapo la olla y lo voy a dejar al fuego media hora cociendo.
Reducir el caldo de la salsa
Han transcurrido treinta minutos, levanto la tapa de la olla y muevo con una pala de madera, sin embargo aún no ha reducido lo suficiente la salsa. En ese caso lo que he hecho es aumentar el fuego, lo tengo en el 6 y lo aumento a 9.
Ha de tener la consistencia de una salsa espesa, más trabada y no de un caldo.
Emplatar los calamares en salsa americana
Conclusiones acerca de la receta
La diferencia de hacer los calamares en salsa en casa o comprarlos en lata: Decir que la diferencia con los calamares en lata, es ante todo un calamar más blando comprándolo fresco, libre de conservantes, de exceso de sal y entre otras cosas dándole tu toque personal.
Si te gusta picante, aquí por ejemplo lo he hecho suave, puedes echarle una pizca de pimienta cayena, pero sólo una pizca porque haciendo un juego de palabras, la pizca pica y has de tener un vaso de agua a mano.
En México es habitual la comida picante, así que si lo haces en México no está mal que le eches un chile o jalapeño muy molido. A tu gusto.
Para postre no te pierdas esta deliciosa tarta de queso con arándanos.